Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.
Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
no comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.
Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera el último suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo
porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.
Queda prohibido no crear tu historia,
no comprender que lo que la visa te da,
también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.
El 21 de octubre de 1972 le es concedido el Premio Nobel de Literatura En sus memorias el poeta recuerda: "El anciano monarca nos daba la mano a cada uno; nos entregaba el diploma, la medalla y el cheque (...) Se dice que rey estuvo más tiempo conmigo que con los otros laureados, que me apretó la mano con evidente simpatía. Talvez ha sido una reminiscencia de la antigua gentileza palaciega hacia los juglares".
Yo, Laura, maestra de infantil: "En mi opinión, este poema es de los mejores que se hayan escrito de entre todos lo que conozco, que no son pocos. Se acerca tanto a la verdadera sabiduría de la vida que siempre que lo leo me pone los pelos de punta".